CREANDO PARA EDUCAR: CÓMO NACEN LOS MATERIALES MASTERWISE
G Gert Moller

CREANDO PARA EDUCAR: CÓMO NACEN LOS MATERIALES MASTERWISE

30 oct 2025 · Desarrollo infantil · Docentes Chile · Innovación educativa · Jugar para aprender · Materiales didacticos · Materiales educativos · Pedagogía y aprendizaje

Donde nace todo: la sala de clases

En Masterwise, las ideas no surgen de una oficina ni de una moda editorial. Nacen en la sala de clases.
De observar, escuchar y acompañar a los docentes y a los niños.

Lo que nos inspira hoy es lo mismo que nos ha inspirado desde el primer día: los niños”, cuenta Karen Rudloff, socia fundadora y profesora básica. “Creemos que si un niño aprende jugando, en un entorno donde se siente cómodo y feliz, su cerebro se abre a todo lo nuevo. Aprender deja de ser una obligación y se convierte en una experiencia significativa”.

Desde sus inicios en 1998, el propósito fue claro: crear materiales que ayuden a los niños a aprender mejor y a los profesores a enseñar con más sentido y menos carga.
Karen agrega que todo aprendizaje tiene un camino que va “del corazón a la cabeza”: empieza en lo emocional y se consolida en lo cognitivo. Por eso, cada juego, cuadernillo o lámina está diseñado para generar bienestar y curiosidad antes que memorización.

Del desafío pedagógico a la idea

Con más de 25 años de trayectoria, la marca ha construido una paleta amplia y coherente de productos, pero el proceso creativo se mantiene fiel a sus raíces: parte de la realidad educativa.

Fuimos docentes —y seguimos pensando como docentes”, explica Karen. “Sabemos de primera fuente qué se necesita en el aula, porque estuvimos ahí. Hoy cruzamos esa experiencia con los planes y programas del Mineduc para ver qué habilidades faltan reforzar o qué nuevas herramientas pueden apoyar los aprendizajes”.

El proceso se alimenta también del contacto con las comunidades escolares. Las ejecutivas de venta cumplen un rol clave como puente con los profesores, y las redes sociales se usan activamente para consultar y testear ideas.
Nos encanta preguntarles a los docentes qué opinan antes de lanzar un material”, dice Karen. “A veces abrimos encuestas o invitamos a algunos a co-crear; así nació, por ejemplo, el Cuaderno de la Educadora Diferencial, un proyecto construido junto a un grupo de educadoras diferenciales que aportaron ideas, validaron prototipos y acompañaron todo el desarrollo.

Cada nuevo material pasa, entonces, por una especie de doble filtro: la guía curricular oficial y la voz real de quienes enseñan.

 Diseño, prototipado y validación

Una vez que la idea toma forma, comienza un trabajo colaborativo entre pedagogos, diseñadores y todo el equipo Masterwise.
Aquí entra en juego la mirada de Alexandra Davis, cofundadora y educadora de párvulos:

El sello Masterwise es entregar educación de calidad a través del juego”, señala. “Cada producto pasa por varios controles antes de salir. Probamos, jugamos, revisamos detalles con el equipo completo: ventas, bodega, diseñadores. Incluso votamos juntos qué portada o formato se queda. Es un trabajo en equipo de verdad”.

Esa colaboración se respira en cada etapa. Desde las reuniones de diseño hasta la última revisión de impresión, todas las áreas participan para asegurar que el resultado no solo sea visualmente atractivo, sino también funcional y duradero.
El proceso incluye “ensayos internos”, pruebas con docentes y observaciones de uso real en aula, garantizando que el material responda a un objetivo pedagógico y a la vez motive al niño a interactuar.

El toque humano: pasión y propósito

En el corazón del proceso está un principio innegociable: crear con sentido, no solo con estética.
Nos mueve la certeza de que aprender no debe ser un proceso rígido ni intimidante”, dice Karen. “Buscamos que cada material ayude al niño a disfrutar del error, a entender que equivocarse también enseña.

Alexandra complementa: Lo que más me emociona es ver cómo los materiales cobran vida en manos de los niños. Saber que algo que diseñamos con tanto cariño realmente los ayuda a aprender.

Y detrás de ese resultado está un equipo multidisciplinario que mezcla pedagogía, creatividad y gestión, convencido de que la educación puede —y debe— ser una experiencia emocionalmente positiva.

Lo que hace que un material sea “bien logrado”

El gerente general, Juan Pablo Silva, lo resume desde una mirada técnica: Un buen material no solo tiene que verse bien; debe integrar diseño, comunicación efectiva y rigor pedagógico. Su estructura visual debe captar la atención, pero también guiar al aprendizaje. Cada tipografía, color o formato busca que lo lúdico y lo pedagógico estén en equilibrio.

Para él, un producto Masterwise cumple tres condiciones:

  1. Claridad pedagógica: debe alcanzar el objetivo de aprendizaje con precisión.

  2. Atractivo visual y narrativo: invita al uso, a explorar, a jugar.

  3. Funcionalidad real: se adapta al contexto escolar —ya sea sala de clases, rincones, trabajo grupal o individual—.

Y todo, asegura, “en un marco de profesionalismo, cuidado y alineamiento con los planes del Ministerio de Educación”.

 25 AÑOS CREANDO PARA EDUCAR

Desde 1998, Masterwise ha acompañado a miles de docentes y niños en Chile con materiales que conectan corazón, cabeza y aula.
El sueño de dos educadoras y un diseñador, se transformó en un equipo que sigue fiel a su esencia: crear para educar.

“Nuestra motivación no ha cambiado en 27 años”, concluye Karen. “Seguimos soñando con una educación más humana, más cercana y más significativa.”

 

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