MOMENTO CLAVE: cerrar el año sin cerrar el aprendizaje
G Gert Moller

MOMENTO CLAVE: cerrar el año sin cerrar el aprendizaje

7 nov 2025 · Desarrollo infantil · Docentes Chile · Jugar para aprender

El cierre de notas no es solo una tarea administrativa: es una oportunidad para mirar el proceso completo, reconocer logros y aprender de lo vivido.
Después de meses de trabajo intenso, tanto docentes como estudiantes llegan al final del año escolar con cansancio acumulado —pero también con aprendizajes que vale la pena celebrar.

Siempre ha sido una etapa exigente”, comenta Karen Rudloff, psicopedagoga y cofundadora de Masterwise.

Hay que cerrar, revisar informes, asegurar notas, y todo eso mientras los niños también llegan más estresados y sobrecargados. Lo importante es encontrar espacios que devuelvan la alegría al aula, que permitan reír, moverse y aprender de otra forma.

Jugar, moverse y reír: el antídoto pedagógico

Karen destaca que las emociones cumplen un rol central. Estudios recientes señalan que la risa y el juego reducen los niveles de cortisol, la hormona del estrés, facilitando la concentración y la memoria (fuente: Harvard Medical School, 2023).

Volver a generar instancias donde los niños puedan reírse y disfrutar del aprendizaje es fundamental. El juego no solo relaja, también potencia la motivación y la retención de contenidos.”

Desde esa mirada, el cierre de notas puede transformarse en una experiencia más humana y significativa, donde el aprendizaje se consolida en un ambiente de bienestar emocional.

Flexibilidad y juego para cerrar con energía

Alexandra Davis, educadora de párvulos y cofundadora, comparte una visión complementaria desde la práctica diaria:

“En este último periodo los niños —y también los docentes— están cansados. Yo propondría aumentar los tiempos de juego, actividades físicas y dinámicas al aire libre. Y que los mismos niños puedan reflexionar sobre lo que aprendieron jugando.

Alexandra invita a flexibilizar la planificación, reemplazando rutinas rígidas por experiencias más activas y colaborativas.

El movimiento y la risa ayudan a liberar tensión y a reforzar aprendizajes sin darse cuenta. Es posible convertir el cierre de notas en una autoevaluación entretenida.

Una buena forma de hacerlo es mediante actividades lúdicas de repaso, que refuercen habilidades de lenguaje, matemáticas y convivencia.

👉 Materiales como el Dominó Billetes y Monedas o el Cuadernillo Patrones y Álgebra, entre otros, ayudan a repasar jugando, transformando las últimas clases en espacios de aprendizaje activo y motivador.

Cuidar el descanso y la motivación

Karen recuerda otro aspecto muchas veces olvidado: el sueño.

Durante el descanso se consolidan los aprendizajes. Si los estudiantes no duermen bien, el rendimiento baja notablemente. El 80% de la población mundial tiene déficit de sueño, y eso repercute directamente en la salud mental.

Invita a los profesores a hablar de autocuidado con sus alumnos, enfatizando el equilibrio entre esfuerzo y descanso.

No todo es estudio; también hay que aprender a pausar.

Evaluar con sentido, no solo con cifras

Hacia el final del año, evaluar puede tomar otra forma: dramatizaciones, proyectos grupales, creación de canciones o desafíos interdisciplinarios.

Es un buen momento para variar metodologías”, dice Karen.
Salir del formato tradicional y buscar actividades que integren arte, ciencia o deporte. Eso motiva y demuestra aprendizajes de una manera más significativa.

El cierre de notas, más que una instancia de presión, puede convertirse en una celebración de todo lo aprendido.

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